Definiría el momento de terapia como un “santuario para el alma”. Donde “desnudarse”, dejarse ir, relajarse.
El terapeuta, desde una mirada de no juicio y compasión, invita a desplegar hasta la última cara de uno/a mismo/a para, así, ir descubriendo cuál es la más auténtica y verdadera. La esencial, la más transparente y limpia. La terapia sigue siendo una herramienta fundamenta en mi proceso de crecimiento y búsqueda personal. Como terapeuta, es necesario que haya hecho un profundo trabajo interior para poder saber acompañar y guiar, cuando sea necesario, a la persona que tengo delante.
¿A quién recomendaría ir a terapia? A todo el mundo que en un momento dado lo necesite y lo sienta, ya sea porque hay un malestar real o porque hay un anhelo interno que le pide moverse y trascender alguna barrera personales que ya han quedado obsoletas.
Precio de la sesión: 50€
– Te sientes deprimido/da, ansioso/sa, triste, estresado/da…
– Tienes fobias, miedos, inseguridades, bloqueos emocionales, baja autoestima, conflictos en las relaciones, pérdidas importantes (divorcio, separación, muerte…)
– Estás en un momento de crisis y necesitas resituarte, ordenarte, darte un tiempo, descansar…
– Sientes que te falta un sentido, una motivación intrínseca que te conduzca hacia tus fines más elevados…
– Sientes un vacío que no sabes cómo llenar, a pesar de todo lo que te rodea…
– Te sientes bien y, sin embargo, tienes una llamada interna que te invita a seguir creciendo e investigando en tu mundo interno…
En cualquiera de estos casos, y de otros que tú podrías definir mejor porque son únicamente tuyos, será un placer acompañarte.